Hace más de un siglo, en el bienio 1911 – 1912, el explorador inglés R. Scott, hizo una importante expedición a la Antártida. Entre sus pertrechos, llevó «para combatir los rigores del frío antártico», y seguramente poder «entrar un poco en calor», unas botellas de vino fino amontillado «El Rey», que compraron a la bodega jerezana de González Byass. El capitán Scott se aprovisionó con unas botellas similares de Jerez durante su expedición a la Antártida (FOTO: Diego Quevedo Carmona) Pasados 77 años de aquella expedición, en el bienio 1988 – 1989, la Armada comisionaba por primera vez a la Antártida al por entonces flamante buque polar A52 LAS PALMAS, y entonces, el bodeguero González Byass tuvo el detallazo de embotellar una serie de botellas (pocas, menos de un centenar), con vino sacado de aquella misma bota, siendo regalada una botella a cada uno de los miembros de la dotación del B.I.O. LAS PALMAS, para que fuese bebido en el mismo lugar que ya lo hicieron Scott y los suyos va
