Ahmad Reza Ataie: El patrullero Vigía (P-73) visita el puerto de Málaga

Por Gorka L. Martínez Mezo

Entre los días 5 y 7 de julio de 2024 ha visitado nuestro puerto el patrullero Vigía (P-73), al mando del CC D. Cristian Delgado Ramos. El Vigia pertenece a la Fuerza de Acción Marítima y tiene su base en la Estación Naval de Puntales (Cádiz)

El patrullero Vigía (P-73) amarrado al Muelle 2 del puerto de Málag. Al fondo, el super yate Yas, ex
HNLMS Piet Hein de la clase Kortenaer (Txema Prada Arnedo)
La característica silueta de los patrulleros clase Serviola, con la catedral de Málaga de fondo (Gorka L. Martínez Mezo)
Los Serviola tienen una amplia cubierta de vuelo a popa y una única chimenea, flanqueada por sendas RHIB y sus respectivas gruas (Gorka L. Martínez Mezo)

Los patrulleros clase Serviola

La clase Serviola está formada por cuatro buques, siendo el diseño original una versión mejorada de los patrulleros de la clase Halcón diseñados para la Prefectura Naval Argentina, que opera cinco unidades que entraron en servicio entre 1982 y 1983. Construidos en Ferrol, la EN Bazán consiguió otro contrato de seis unidades (clase Uribe) para la Armada de México, aunque los buques mexicanos fueron construidos por Bazán-San Fernando.

La RHIB de estribor (Txema Prada Arnedo)
La RHIB de estribor (Gorka L Martínez Mezo)

Todos los navíos de estas series desplazan alrededor de 1000 t y su eslora es de 68-70 m con una manga de poco más de 10 m. Por estas fechas la Armada española necesitaba reemplazar su flota de patrulleros de altura, formada por buques muy antiguos, y buscaba un diseño moderno, barato de adquirir y operar, con una buena autonomía y habitabilidad y una plataforma de vuelo que permitiera la toma de helicópteros medios aunque sin hangar o capacidad de mantenimiento.

Cubierta de vuelo, donde estaba instalada una exhibición del armamento portátil de Infantería de Marina y una pequeña mesa para adquirir recuerdos (Gorka L. Martínez Mezo)
Armamento portátil de Infantería de Marina. En primer plano el equipo individual, un rifle de precisión Accuracy Internacional, un fusil de asalto G-36KV, una ametralladora Minimi y, al fondo, una escopeta Mossberg (Txema Prada Arnedo)
Fusil de precisión Accuracy Internacional con el telescopio del observador (Gorka L. Martínez Mezo)
La robusta ametralladora Minimi en calibre 7,62x51mm OTAN equipada con una mira óptica sobre rail Picatinny (Txema Prada Arnedo)
Mirando a través del visor óptico del G-36 (Txema Prada Arnedo)
Uno de los infantes de Marina embarcado en el Vigía explica a los visitantes el fusil de asalto G-36. Este está equipado con raíles Picatinny y monta un visor óptico con punto rojo y una linterna (Gorka L. Martínez Mezo)
Para hacerlo más manejable en ambientes cerrados, el G-36 tiene la culata plegable. Podemos ver la mira óptica y la linterna (Txema Prada Arnedo)
Escopeta Mossberg del calibre 12 usada con munición de postas para barrer pasillos y la apertura de puertas durante operaciones de asalto (Txema Prada Arnedo)

La construcción del cabeza de la clase comenzó en el astillero de Bazán en Ferrol en diciembre de 1989 y fue entregado a la Armada en marzo de 1991. Entre el inicio de la construcción y la entrega del último buque pasaron solo dos años y medio.

Placa de bronce recordando a los dos Vigía operados anteriormente por la Armada, destacados en el Apostadero de La Haban, Cuba, donde se encuentra la punta del Vigía que da nombre al navío (Gorka L. Martínez Mezo)

Con una tripulación de 48, su habitabilidad era muy buena para la época.

Cámara de oficiales con el mapa de la isla de Cuba de 1834 al fondo. Los dos anteriores Vigía estaban basados en La Habana (Gorka L. Martínez Mezo)
La cámara del comandante (Gorka L. Martínez Mezo)
Placa con el nombre de todos los comandantes del Vigía (Gorka L. Martínez Mezo)

Los Serviola disponen de un pequeño hospital para seis plazas y con capacidad de albergar supervivientes o miembros de unidades de fuerzas especiales de las fuerzas de seguridad del estado, habiendo participado en innumerables operaciones de seguridad marítima contra el contrabando, tráfico de drogas y protección de los intereses españoles por todo el mundo.

Área sanitaria, con el hospital detrás de la puerta wue hay al fondo. El buque habitualmente embarca a un enfermero que se encarga de la atención sanitaria a bordo (Gorka L. Martínez Mezo)
Ventilador portátil Hersill. El buque dispone de material para tratar pacientes graves y un sistema de telemedicina que permite consultar los casos más complejos con personal médico basado en el Hospital Central de la Defensa en Madrid (Gorka L. Martínez Mezo)

Su participación más conocida ocurrió durante la llamada Guerra del fletán en 1995, en la que fueron enviados a proteger a los pesqueros españoles y portugueses del acoso por buques de la Royal Canadian Navy en la zona de Gran Sol.

Descripción 

Los patrulleros de la clase Serviola desplazan 1106 y su eslora es de 68 m con una manga de 10,33 m.

Puente del patrullero Vigía. No muy diferente al de una fragata (Gorka L. Martínez Mezo)

Están propulsados por motores Bazán-MTU 16V956 que accionan dos ejes con hélices de paso variable, siendo su velocidad máxima continúa de 20 nudos. Es una planta económica y que les dota de una gran autonomía. Su castillo elevado y la presencia de aletas estabilizadoras les permite operar en zonas con mal tiempo.

Sistema integrado de control de plataforma instalado durante la modernización de media vida (Gorka L. Martínez Mezo)

A popa disponen de una amplia cubierta de vuelo que permite la toma de helicópteros medios como los AB-212 aunque carecen de hangar. Para sus misiones de protección marítima portan dos lanchas semirrígidas con motor fueraborda.

Su dotación electrónica es muy básica, la propia de un patrullero de altura.

Armamento

Mientras que los buques argentinos y mexicanos están armados con cañones automáticos Bofors u Oerlikon, para armar a los Serviola la Armada optó por reciclar viejos cañones de 76,2mm (3 pulgadas) del tipo Mk22 recibidos originalmente en la década de los 50 dentro de la llamada « Ayuda Americana » que permitió modernizar a los buques de la Armada construidos en los años 30 y 40 con armamento y electrónica de origen norteamericano, en muchos casos veteranos de la Segunda Guerra Mundial.

Montaje Mk22 del patrullero Tagomago; los Serviola llevaban originalmente uno similar (Gorka L. Martínez Mezo)

El cañón de 76,2 mm/50 Mk22 está basado en un diseño anterior a la Primera Guerra Mundial que pesa 798 kg. Dotados con un cierre semiautomático, su cadencia de tiro máxima es de 10 a 20 disparos por minuto, aunque al no disponer de estabilización ni control remoto, su capacidad militar es muy limitada.

Ametralladora pesada M2 HB. Dispone del kit de recambio rápido del cañon (QCB) que no requiere ajustar la recámara (Txema Prada Armedo)

El armamento fijo está completado por dos ametralladoras Browning M2 de 12,7x99mm situadas en ambas bandas y varias posiciones para instalar ametralladoras medias MG-1A3 de 7,62x51mm.

Ametralladora media MG-1A3. De fabricación española, la MG-1 es una versión modernizada de 7,62x51mm de la famosa MG-42 usada por las fuerzas germanas durante la SGM. La versión A3 emplea grapas desintegrables de tipo norteamericano (Txema Prada Arnedo)

El armamento portátil del buque incluye fusiles CETME C y pistolas Star 30M.

Pistola Star 30M. Un diseño de la empresa Bonifacio Echeverría de principios de los 80, reemplazó a la veterana BM. Es una pistola semiautomática de 9mm Parabellum dotada de un mecanismo de doble acción y un cargador de doble hilera de 15 cartuchos (Txema Prada Arnedo)
Pusi de asalto CETME C. La C fue la versión definitiva del CETME inicial en 7,62x51mm OTAN reemplazando al modelo B. Aunque de uso limitado en las FFAA, su alcance y pegada en muy útil a bordo de los buques de la Armada (Txema Prada Arnedo)

La estación de armas remota Sentinel 30

Dentro de los planes de modernización de media vida (MLU) de estos buques, en 2019 la Armada adquirió estaciones de armas remotas (RWS) Guardian 2.0 armadas con una ametralladora Browning M2 de la empresa Escribano, siendo dos de estas estaciones asignadas a los patrulleros de la clase Serviola. Posteriormente, en enero de 2021 la Armada destinó 4,6 millones de euros para adquirir cuatro RWS Sentinel 30 dotadas con cañones Mk 44 Bushmaster II también de la empresa Escribano para sustituir los obsoletos cañones Mk 22 de 76,2mm, instalándose la primera unidad para pruebas a bordo del Serviola (P-71).

El montaje Sentinel 30 montado bajo el puente en lugar del vetusto Mk22 (Gorka L. Martínez Mezo)

La estación de armas remota (RWS, por sus siglas en inglés) Sentinel 30 es un sistema con capacidad de vigilancia, observación y tracking automático de objetivos, desarrollado por la empresa española Escribano Mechanical & Engineering.

El cañón Bushmaster II está montado en un contenedor giroestabilizado. Nótese la caña acanalada para mejorar la refrigeración (Gorka L. Martínez Mezo)

La torre Sentinel está diseñada para su empleo en plataformas navales, con una estación giroestabilizada en dos ejes. Además, incorpora un sistema avanzado de control de fuego que permite obtener una alta precisión de disparo a gran distancia, de acuerdo con las especificaciones del fabricante. 

Notese el tamaño de la recamara del cañol Bushmaster II (Gorka L. Martínez Mezo)

Cuenta como arma principal con un cañón de 30mm Bushmaster Mk44, al igual que la versión terrestre Guardian 30 diseñada por la empresa para el nuevo Vehículo de Combate sobre Ruedas 8×8 Dragón del Ejército de Tierra. 

El Mk44 es un cañón automático de cadena (en inglés: chain gun), un tipo de cañón automático que emplea una fuente de energía externa, en lugar de aprovechar la energía del disparo del cartucho, para accionar el mecanismo del arma, y lo hace a través de una cadena de transmisión similar a las usadas en los motores o bicicletas.

Bocacha del cañón Bushmaster (Gorka L. Martínez Mezo)

El Mk44 Bushmaster II está basado en el M242 de 25mm usado en los vehículos de combate de infantería M2 Bradley o los vehículos de caballería VEC españoles. Dispara un potente proyectil de 30x173mm.

Cartuchos de 30mm simulados utilizados para pruebas. Tienen la misma distribución de pesos aunque son completamente inertes (Gorka L. Martínez Mezo)

La RWS dispone de dos líneas de alimentación de munición separadas, que pueden ser seleccionadas por el operador, normalmente equipadas con munición perforante o de alto explosivo. Dispone de dos cadencias de tiro 100 o 200 dpm.

Sistema de alimentación del sistema Sentinel 30

Puede intervenir en misiones de combate y vigilancia, de día y de noche. Tiene asimismo un sistema electroóptico para las operaciones de observación y seguimiento y un sistema de simulación incorporado para las operaciones de entrenamiento, que puede controlarse desde un panel de control. 

El montaje con su sistema electro óptico montado a estribor (Gorka L. Martínez Mezo)
Sistema electro óptico (Gorka L. Martínez Mezo)

Esta torre se encuentra también en servicio en el BAP Pisco de la Marina de Guerra de Perú y Escribano también ha conseguido acuerdos con Uruguay y Colombia para instalar la Sentinel 30 en sus nuevos patrulleros. 

Consola de control del montaje Sentinel (Gorka L. Martinez Mezo)

Electrónica

La electrónica de los patrulleros de la clase Serviola es muy básica, la apropiada para un patrullero de altura. Está compuesta por un radar de superficie/aéreo Consilium Selesmar RTM 30 SIM y un radar de navegación Consilium Selesmar RTM 25 XIM.

El patrullero Vigía (P-73) 

Fue construido en 1991 en el astillero de Ferrol de la antigua Empresa Nacional Bazán (actual Navantia). Entró en servicio en la Armada en abril de 1992. 

Desde su entrada en servicio ha tenido su base en la Estación Naval de Puntales (Cádiz) bajo su dependencia del Comandante de las Unidades de la Fuerza de Acción Marítima en Cádiz.

El patrullero de altura Vigía (P-73) es el tercer buque de la Armada con este nombre. Los dos anteriores fueron dos cañoneros de 3ª clase que, entre 1869 y 1897 estuvieron asignados al apostadero de La Habana (Cuba), donde se encuentra la Punta Vigía (actualmente llamada «Punta del Morro») que dio nombre a estos barcos.

El Vigía forma parte de la Fuerza de Acción Marítima de la Armada. Como tal, su misión fundamental es contribuir a la protección de los intereses marítimos nacionales dentro de la Acción del Estado en la Mar.

Esta misión se realiza a través de la vigilancia sistemática de los espacios de soberanía con el objeto de detectar e informar de actividades de carácter extraordinario, controlar posibles violaciones o infracciones de la legislación internacional en el ámbito marítimo e impedir actividades que puedan afectar a nuestros intereses nacionales. Por sus características, el Vigía colabora en otras tareas permanentes de la Armada, como son el adiestramiento de otras unidades de la Flota y la Fuerza de Acción Marítima, alumnos de las Escuelas de Formación; la Presencia Naval en puertos nacionales e internacionales o el acercamiento de la Armada a la sociedad a través de Bautismos de Mar o Jornadas de Puertas Abiertas.

Otros cometidos directamente derivados de la misión incluyen:

  • Vigilancia sistemática de pesca en los caladeros de interés nacional.
  • Apoyo a la flota pesquera española en los caladeros donde faena.
  • Búsqueda, localización y seguimiento de buques sospechosos de actividades ilegales como el terrorismo, el tráfico ilícito de armas y la proliferación de armas de destrucción masiva.
  • Seguridad y protección de determinadas unidades.
  • Colaboración con otros organismos del estado en la lucha contra la inmigración ilegal, la represión del narcotráfico, la lucha contra la contaminación marítima, así como la protección de la vida humana en la mar.

En el mes de mayo de este año el Vigía patrulló en el Mar de Alborán incluyendo la visita a nuestros peñones de soberanía.

La guerra del fletán

El Vigía participó en la llamada guerra del fletán, iniciada por las autoridades canadienses contra la flota pesquera española operando en la región de Gran Sol. El gobierno, con el apoyo de la Unión Europea, decidió desplegar a unidades de la Armada Española en tareas de protección tras escalar Canadá la situación. La primera unidad en alcanzar la zona fue el Vigía (P-73), que estuvo destacado en aguas de Gran Sol desde el 10 de marzo al 2 de abril de 1995. El Vigía fue relevado por el patrullero Serviola que posteriormente fue relevado por el  Centinela. Asimismo, el 13 de abril zarpó del arsenal de Ferrol el remolcador de altura  Mahón como refuerzo de los patrulleros españoles y permaneció en aguas de Terranova hasta su regreso a su base el 20 de mayo.

El 18 de abril el Atalaya relevó al Centinela, volviendo el Vigía el 6 de mayo de 1995 dándole el relevo. Finalmente, el Vigía fue relevado por el Atalaya que se mantuvo en la zona del 13 al 31 de junio de 1995.



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