Ahmad Reza Ataie: Un «Kisby» para dar la bienvenida a bordo
Cuando visitamos un buque militar en el puerto, es posible que nos hayamos fijado que, junto a la plancha para subir a bordo, suele montarse una composición consistente, habitualmente, en la integración de un remo, un bichero y un candil montados en forma de panoplia junto con un rosco salvavidas con el nombre del buque… nos referimos al conocido como «Kisby».
Aunque de momento no he podido encontrar su primer uso en nuestra Armada, parece que el origen de instalar esta panoplia para dar la bienvenida a un buque militar podria provenir de la Royal Navy, cuando los roscos salvavidas fueron introducidos por primera vez en sus buques a finales del siglo XIX, después de que el oficial naval britanico Thomas Kisbee inventara la primera boya salvavidas con forma de rosco o anillo, basado a su vez en un concepto esbozado por primera vez por el genial Leonardo da Vinci.
En la Royal Navy llaman «Ceremonial Lifebuoys» a la panoplia del rosco junto a la plancha de acceso a sus buques y se montan cubriendo el rosco salvavidas con una funda de lona blanca estándar, decorada con el nombre y la insignia del buque, colocandose a su vez colgada en una estructura de madera desmontable en forma de cruz que los marinos britanicos llaman «Crucifix», instalandose a su vez a pie de muelle para dar la bienvenida a los visitantes.
Sobre la razón de montar semejante panoplia, parece ser que podría estar inspirado en la ancestral costumbre del «Tropaion» que erigían los antiguos soldados griegos y romanos de la antigüedad clásica para conmemorar una victoria, para lo cual montaban una panoplia, a modo de monumento, con las armas, escudos, armaduras y cascos capturados al enemigo, que se instalaba precisamente sobre una estructura de madera con forma de cruz. De hecho el estudio del griego clásico, su literatura, costumbres y hasta la mitología helenística, estuvo muy de moda en la Gran Bretaña victoriana hasta bastante después de la Primera Guerra Mundial, por lo que no sería descartable que el «Tropaion» sirviese de inspiración para el origen de la panoplia con el «Kisbee».
Poco a poco el «Ceremonial Lifebuoys» fue siendo copiado por otras marinas militares, llegando la costumbre hasta nuestros días. Respecto a la Armada española, aunque lo he estado investigando, no he podido hayar su primer uso, pero al parecer empezó a verse de manera más habitual con la llegada de las fragatas F-100, siendo imitado poco a poco por el resto de unidades de la Flota.
En nuestra Armada, por lo que he podido observar, se sigue un estilo diferente al original británico, ya que no se suele instalar la panoplia del «Kisby» de forma estandarizada o uniformada en todos los buques, sino que se permiten ciertas concesiones artísticas a las dotaciones, de tal forma que podemos apreciar notables diferencias entre los buques surtos en la Base Naval de Rota con respecto a los del Arsenal Militar de Ferrol… ¡e incluso entre los buques basados en Ferrol existen diferencias!
Según nos consta, al principio todas las panoplias de los «Kisby» de los buques de la Armada española eran similares, colocandose cruzados un par de remos y un bichero junto con el rosco salvavidas con el nombre del buque impreso, colocandose en la base algunos adornos náuticos, como unos cabos adujados, un ancla pequeña y puede que algunos proyectiles inertes a modo de decoración, siendo quizás la panoplia de cualquier otra Marina militar que más se acerca al concepto de «Tropaion», pero con el paso de los años se permitió que se personalizaran en algunos buques para que tuvieran carácter propio…
Y aquí nos encontramos con un par de casos concretos que conocemos de primera mano. Se tratan de las fragatas Almirante Juan de Borbón (F-102) y Cristóbal Colón (F-105) donde su, por entonces subteniente, Jose Luis Patiño, a la hora de servir en cada una de ellas, observó que las panoplias de los «Kisby» eran idénticas en todas las unidades de la 31ª Escuadrilla de Escoltas, puesto que simplemente se colocaba un salvavidas estandar sin más decoración que el nombre de la nave, por lo que aprovechando su talento de artesano vocacional, se propuso modificar artísticamente los «Kisbys» de las dos fragatas antes mencionadas, de tal manera que fueran únicas y diferentes, mostrando con ello un caracter propio y personalizado para cada nave, con la idea de ayuda a subir la moral y dar otro motivo más de cariño y de orgullo a las dotaciones de dichas fragatas.
Para finalizar quiero dedicar este humilde artículo a los suboficiales de la Armada, entre los que tengo la enorme fortuna de tener a varios amigos, ya que con ellos siempre estoy aprendiendo cosas nuevas y siento que son, en buena medida, los guardianes de esos pequeños detalles cotidianos que hacen que la Armada sea grande en tradiciones y efectividad en el día a día de las unidades de la Flota.
Juan C. Ortiz (FORO NAVAL)
■ GALERÍA FOTOGRÁFICA
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