Europa y su preocupación por la ingeniería naval
La ingeniería naval es aquella que se encarga de estudiar, planificar, organizar todo lo relacionado con las embarcaciones que zarpan al mar, una tarea que así podría oírse sencilla pero que realmente tiene pocas personas que logran convertirse en profesionales como tal, una de las razones sería tal vez lo complejo que pueda ser estudiarla, ya que no es nada sencillo asumir esta tarea que sin duda conlleva una gran responsabilidad.
Para el año 2001, Carmen Morán Breña escribía para el diario El País que “la carrera de Ingeniería Naval no tiene paro pero el número anual de titulados es tan bajo que no satisface la demanda de las empresas. En la actualidad cursan esta ingeniería en España 1.200 alumnos y sólo unos 60 salen cada año con el título bajo el brazo” y agrega que “el 70% de los matriculados abandona los estudios y los que siguen estudiando pasan una media de nueve años en la escuela”.
¿Por qué la importancia de tomar una fuente como Europa para analizar la ingeniería naval? Es sencillo, este continente se encuentra entre los que hacen principales aportes a la ingeniería naval cuando se calcula esta a nivel mundial.
Más recientemente, para el año 2013, Luis Vilches Collado, decano-Presidente de los Ingenieros Navales y Oceánicos de España, escribió en un artículo titulado ‘posición de los ingenieros navales sobre el futuro de la construcción naval’ que “como representante de los Ingenieros Navales y Oceánicos españoles que vivimos de una forma importante en y de este sector no pedimos ni esperamos “ventajas” sobre nuestros competidores pero sí reclamamos e incluso exigimos jugar con similares reglas de juego. Sin trampas ni subterfugios,ni nuestros ni de otros países europeos ni del lejano oriente”.
De igual forma, Vilches Collado pedía “¡Política industrial señores políticos y gobernantes españoles y europeos. A medio y largo plazo. Porque ya hay expertos que vaticinan que si la cosa sigue como hasta ahora,en treinta años no harán falta guerras para “dominar” el mundo. Simplemente dos o tres países del lejano oriente tendrán una posición dominante en la construcción de buques pudiendo dominar también para quien construye,y por tanto controlar el comercio marítimo y el reparto de riqueza”.
Ante este panorama también vale la pena citar la propuesta del ingeniero naval José Luis Paniego quien dice que “tal vez, si los estudiantes conocieran in situ el trabajo que realiza el técnico o científico y qué utilidad tiene en la sociedad, se animarían. Para esto, es una buena práctica los acuerdos de cooperación entre universidad y empresa. Los técnicos se acercan a la universidad para explicar lo que hace su empresa y las últimas tecnologías utilizadas y los alumnos se acercan a la empresa para verlo por ellos mismos”.